Inseguridad tiene en zozobra a los habitantes de Las Gaviotas

La creciente ola de atracos en el barrio Las Gaviotas tiene en estado de nervios a sus habitantes, quienes denuncian que, a pesar de las inversiones anunciadas en materia de seguridad, la presencia policial es mínima y el sistema de cámaras instalado en la zona no está cumpliendo su función.

La comunidad asegura que los policías del cuadrante no tienen la capacidad para cubrir el extenso sector, mientras que en zonas como Bocagrande o el Centro histórico la presencia de uniformados es mucho más notoria. “Uno no entiende cómo hay tantos policías en la ciudad, pero para los barrios no alcanzan”, manifestó un líder del barrio.

Según los residentes, se instaló un paquete de cámaras y alarmas para fortalecer la vigilancia, pero hasta el momento los resultados han sido nulos. Incluso, algunos afirman que los atracos se han incrementado. “Cada vez que uno va a pedirle a la Policía que mire las cámaras, responden que no saben nada. El Distrito dice que las cámaras ya fueron entregadas a la Policía, pero no tenemos acceso directo. Para ver un video toca llevar una carta y trasladarse hasta Manga, lo que es un desgaste parecido a poner una denuncia en la Fiscalía, donde se pierden horas enteras”, señalaron.

Los hechos más recientes ocurrieron el lunes anterior, entre las 2:30 y 3:00 de la tarde, en medio de un aguacero, cuando delincuentes aprovecharon la falta de movimiento en las calles. Una tienda, un puesto de salud, una panadería y varios transeúntes que corrían a refugiarse fueron víctimas de los ladrones, la mayoría de ellos jóvenes procedentes de barrios vecinos como República, Chiquinquirá y Olaya.

“Lo más grave es que muchos de esos atracadores son muchachos de la misma zona, que se mueven descalzos, en pantalonetas y armados con machetes”, agregó un vecino afectado.

Ante la situación, líderes comunitarios ya gestionan una reunión con el comandante de la Policía Metropolitana para exigir soluciones inmediatas, especialmente el control y acceso a las cámaras de seguridad, que consideran claves para identificar y judicializar a los responsables.

Testimonio de la comunidad

“A muchas personas las atracan. Una vez vino una mamá con su hijo porque le habían quitado el celular y me pedía revisar las cámaras, pero yo no tengo acceso a ellas. Al rato me llama una vecina para lo mismo y también tuve que decirle que no podía ayudarla. Entonces me reclamó: ‘¿para qué están las cámaras?’.

Hace algunas horas esa misma vecina me contó que le sacaron una mecedora de la terraza, a pesar de que tenía una reja de más de dos metros de altura. Esa mecedora es de las grandes, de aluminio forrada con cojines, así que mínimo fueron dos personas para poder sacarla.

Hace tiempo también se robaron los retrovisores y los forros de nuestras motos. El lunes, en la esquina, se llevaron la tubería de cobre del gas. Menos mal que el ladrón cerró la llave antes de cortar el tubo, porque pudo haber sido una tragedia.

Estamos en un caos grande, ya se están metiendo a las casas y la gente siente que no hay a quién acudir.”

¿Qué pasa con Distriseguridad y la Secretaría del Interior?

Con esta última entidad se hizo un compromiso de tener un CAI móvil en el sector, pero la promesa no se ha cumplido. Mientras tanto, es la ciudadanía la que sufre la falta de autoridad, la ausencia de respuestas efectivas y la carencia de planes de control por parte de los entes encargados de garantizar la seguridad.