Prioridad en la Conexión Humana
Por Maira Alejandra Martínez Castellar
En un mundo cada vez más interconectado por la tecnología, la salud mental se ha convertido en un tema crucial. Las redes sociales, la constante conectividad y la sobreexposición a la información han transformado nuestra forma de relacionarnos, pero también han planteado retos significativos. La inmediatez de la información y las expectativas generadas en estos espacios digitales pueden conducir a una dependencia emocional, afectando nuestro bienestar mental.
Nos hemos convertido en dependientes emocionales, un estado en el que nuestras emociones y autoestima quedan excesivamente ligadas a factores externos, muchas veces sin que nos demos cuenta. La búsqueda de validación en plataformas sociales puede influir en nuestra percepción de nosotros mismos, generando ansiedad y depresión. A medida que el número de «me gusta» y comentarios se convierte en una medida de nuestro valor personal, muchos comienzan a descuidar su salud mental en pro de esa búsqueda constante de aprobación.
Este es un tema sensible, ya que todos comprendemos la importancia de estar sanos mental y emocionalmente, pero pocos buscan ayuda de inmediato, como lo hacemos al presentar síntomas físicos. Es fundamental reconocer la necesidad de cuidar nuestra salud mental en medio de tanta información y estímulos.
Sin ser experta en el tema, pero convencida de que podemos alcanzar un estado mental saludable, comparto a continuación algunos consejos que, según mi experiencia, pueden ayudar a manejar la salud mental y la dependencia emocional en este entorno digital:
- Establecer Límites: Evita revisar las redes inmediatamente al despertar o antes de dormir. Este simple cambio puede mejorar la calidad de tu sueño y favorecer un inicio de día más positivo. Me ha funcionado de maravilla. Lo que buscamos en redes y lo que publicamos depende de nuestro estado emocional; por lo tanto, es fundamental limitar nuestras publicaciones a temas generales que no revelen nuestras emociones más profundas. Exponer nuestro estado de ánimo en estas plataformas puede no ser saludable y debe ser compartido solo con personas de confianza.
- Desconectar Regularmente: Este punto es fundamental, pues ayuda a mitigar la ansiedad que muchas veces nos afecta sin causa aparente. Dedicar tiempo a actividades fuera de la pantalla, como caminar, leer o practicar un hobby, puede ser revitalizante y reducir esa sensación de desasosiego.
- Practicar la Gratitud: Tómate un momento cada día para reflexionar sobre las cosas por las que estás agradecido/a. Esto puede ayudarte a enfocar tu mente en lo que tienes, en lugar de lo que te falta, reduciendo así la dependencia emocional hacia la aprobación externa. Encender una vela puede funcionar de maravilla; permite aclarar tus pensamientos y, si te atreves, reflexionar más profundamente sobre lo que te inquieta.
- Fomentar Relaciones Saludables: Cultiva relaciones que te nutran y apoyen emocionalmente. Prioriza aquellas conexiones que te hacen sentir bien y evita interacciones que te generen ansiedad o inseguridad. Este punto es crucial, pues de aquí parte todo.
- Buscar Apoyo Profesional: Manejar la salud mental y la dependencia emocional es una tarea compleja que, a menudo, requiere ayuda externa. Un terapeuta puede proporcionarte herramientas para afrontar la dependencia emocional y gestionar mejor tu salud mental.
Es esencial recordar que la conexión con nosotros mismos es tan importante como la conexión con los demás. Al cuidar nuestra salud mental y reconocer los peligros de la dependencia emocional, podemos construir un entorno digital que fomente el bienestar y la autenticidad.
La salud mental es un aspecto fundamental de nuestro ser, y asegurarnos de mantenerla en equilibrio es una responsabilidad colectiva. Comencemos a priorizarnos y a crear comunidades en línea que apoyen la salud mental en lugar de socavarla.




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